10 feb 2024

¿Aborígenes?

Memorias Guanches. Foto: Roberto Melo López.

IẒUṚAN. Durante el siglo XX se promovió desde el ámbito académico el uso del término ‘aborigen’ para englobar a la población originaria de Canarias. En la actualidad, esta denominación ha trascendido al habla popular desplazando en buena medida los términos tradicionales como "guanches" o "antiguos canarios". No obstante, desde hace décadas este apelativo está siendo puesto en cuestión y abandonado por algunos investigadores. 

Contextualización histórica

Las fuentes históricas escritas y orales nos transmiten que la población originaria del país usó diversos autónimos normalmente delimitados al ámbito insular; bimbapes o bimbaches en El Hierro, mahos en Lanzarote y Fuerteventura, guanches en Tenerife, gomeros en La Gomera, palmeses o palmeros en La Palma y canarios en Gran Canaria. Sin embargo, ya las primeras fuentes documentales se tiende a generalizar al conjunto de isleños con la denominación de "canarios" como se comprueba en la crónica normanda de Le Canarien, así como ‘naturales’ o ‘antiguos isleños’ en Abreu Galindo. 

Durante el siglo XVIII y XIX los autores harían uso de términos diversos como los tradicionales ‘antiguos isleños’, ‘naturales’ y especialmente ‘guanches’, pero también comenzarían a incluir 'indígena' y 'aborigen'. En el caso de "guanche" si bien denominaba inicialmente a los naturales de Achinech (Tenerife), acabaría por extenderse en el lenguaje científico y popular para denominar a la población originaria de todo el archipiélago. Pero sería en la segunda mitad del siglo XX cuando se consolidaría "aborigen" como término generalizador del registro culto que adoptarían la práctica totalidad de autores. ¿Tuvo que ver esto con las teorías prehistoricístas que hablaban de un "pasado neolítico" en Canarias?

Esta tendencia terminológica iría acompañada de una progresiva denostación del término étnico y popular "guanche", especialmente en el último tercio del siglo pasado debido a diversas causas. Entre ellas, pudo afectar el auge del nacionalismo canario popular que defendió un guanchismo anticolonial como símbolo de identidad. Esto provocó una "reacción anti-guanche” que lo confrontó  implementando narrativas terminales que insisten en la extinción de la herencia indígena. A esto habría que sumarle el desarrollo de los cabildos y sus competencias en materia de arqueología que impulsarían la insularización de las investigaciones. Este especial protagonismo de los cabildos coincidió con un un nuevo repunte del insularismo político tradicional en los sectores más conservadores de país.  

"Durante el siglo XX se consolidaría ‘aborigen’ mientras se denostaba el término étnico y popular guanche"

Problemas de “aborigen” 

El apelativo "aborigen" ¿promueve estereotipos prehistóricos?. Dibujo: Mundo Guanche

Aunque el significado de aborigen es de algo o alguien originario del territorio, parece haber estado más restringido al contexto de Australia. Este término aparece en inglés (aboriginal) desde el siglo XVII y significa “desde el origen” (en latín ab origine) convirtiéndose en la denominación usada por los europeos para los habitantes originales australianos y más recientemente para los canarios o cubanos. Algunos investigadores no sólo han abandonado el uso de este término sino que también han explicado por qué lo consideran incorrecto o inapropiado. Algunos autores como el psicólogo Pedro Hernández-Guanir, el paleontólogo Francisco García-Talavera o el Doctor en Historia José Farrujia de la Rosa, se han mostrado públicamente críticos con dicha denominación. 

Problema terminológico y la continuidad 

A pesar de ser sinónimos, existe un debate sobre la conveniencia del término “indígena” frente a “aborigen” en Canarias, planteamiento que propone el historiador Jose Farrujia. Para Farrujia, "aborigen hace referencia a las poblaciones que están en un lugar desde los orígenes” y esto no ocurre con los primeros habitantes de Canarias pues “proceden del norte de África, no pueden ser catalogados como aborígenes una vez asentados en las islas”. También considera que los "aborígenes son originarios de un país o territorio, por oposición a los que se han establecido posteriormente” por lo que los antiguos isleños fueron “oriundos del Norte de África, y sus descendientes serían indígenas (del latín inde geniti, egendrados allí) canarios. 

Sin embargo, podría esgrimirse que las Islas Canarias se encuentran en el Norte de África como Irlanda en el Norte de Europa. Es más, según la RAE ambos términos son sinónimos y según la perspectiva parecen adaptarse a la realidad histórica canaria. La cuestión es ¿de verdad significan exactamente lo mismo? ¿hay matices entre un término y otro? Veamos: 

RAE: Aborigen

1º adj. Originario del suelo en que vive.

2º adj. Habitante de un lugar, por contraposición al establecido posteriormente en él.

Sin.: indígena, autóctono, nativo, natural, originario, oriundo, primitivo.

RAE: Indígena

1º adj. Originario del país o territorio que se trata.

2º adj. Dicho de una persona: Que forma parte del pueblo originario que se asentó en un país o un territorio y que suele conservar su identidad y su cultura tradicional.

Sin.: aborigen, autóctono, oriundo, nativo, natural, originario.


Existe un vínculo biológico y cultural entre la antigua población amazigh de Canarias y la población actual. En la imagen, la alfarera Juliana Suárez Vega (Julianita) de Hoya Pineda (Galdar, Gran Canaria) en los años noventa del siglo pasado. Foto: Desconocido.

Si comparamos ambas definiciones, en la segunda acepción parece haber connotaciones dispares y sabemos que los usos no son idénticos a nivel internacional. La palabra indígena es un término más ampliamente aceptado y utilizado internacionalmente en diversas partes del mundo, siendo “aborigen” más restringida y acotada a países más concretos: Australia y Canarias. Si nos atenemos a los matices y los hechos, el término “aborigen” se ha asociado con poblaciones originarias que tienen una relación más distante con aquellas que llegaron después simplificando y no reconociendo las interacciones y relaciones entre las poblaciones a lo largo del tiempo. El caso paradigmático es sin duda el australiano. 

Por otro lado, a diferencia de “aborigen”, el “indígena” parece ser más inclusivo reconociendo las interacciones con poblaciones que arribaron después. El indígena no implica necesariamente una separación absoluta entre los pobladores originarios y los que llegaron como el mestizaje o el intercambio cultural. Esto lo ilustra claramente el caso de los pueblos indígenas ibéricos o americanos que siguen existiendo hasta nuestros días. Si consideramos que la población canaria actual está vinculada biológicamente y culturalmente con la población originaria del Archipiélago, el término ‘aborigen’ que delimitaría tajantemente una población de la otra no sería el más apropiado. En este aspecto, sería más adecuado el uso de indígena. 
"Si   la   población  canaria  actual  está vinculada con la población originaria el término   ‘aborigen’   no   sería   el  más apropiado."

 Problema de la connotación colonial 

El calificativo "aborigen" ha sido objeto de críticas por sus connotaciones coloniales y etnocéntricas ya que a menudo se ha utilizado históricamente para describir a los pueblos indígenas desde una perspectiva eurocentrista. 

Si en un país del mundo el término aborigen ha arraigado es en Australia. En inglés, el uso de aboriginal como denominación posee actualmente connotaciones negativas y desde hace décadas se ha cuestionado esta denominación para el conjunto de pueblos autóctonos de Australia. Para una parte de los australianos originarios, el término es despectivo e incluso ofensivo, aunque se prefiere el de Aborigines (con mayúscula) como denominación diferenciadora de otras poblaciones del mundo. Por todo ello, el Gobierno australiano utiliza desde los años ochenta del siglo pasado la expresión “indígenas australianos” (indigenous Australians). Sin embargo, hay originarios australianos que simplemente prefieren sus denominaciones regionales como los koori, murri, nyoongah o yolngu

Habitantes originarios de Australia encadenados a finales del siglo XIX.
Foto: State Library of Western Australia.

"Aborigen es peyorativo y discriminatorio, mantiene el discurso neo-colonial”

"Aborigen" es menos usado en América pero del mismo modo se ha asociado a la colonización europea y la subyugación de las poblaciones americanas originales. Su uso se ha vinculado tradicionalmente con narrativas que retratan a estas poblaciones como “primitivas” y “atrasadas”, como ocurre con los taínos de las isla del Caribe. 

En Canarias, otro país del mundo donde este término se ha consolidado, hubo que esperar al 2009 para leer las primeras críticas públicas al concepto. En este caso, el historiador José Farrujia señaló el "carácter peyorativo, discriminatorio, pues mantiene el discurso neo-colonial y las relaciones sociales de dependencia (…) de los conquistados en relación a los conquistadores”. Este discurso se vincula con la idea supremacista de “seres que aún no han llegado al estadio de ‘civilización’ e implica la infravaloración de la identidad e historia e sociedades que se considera diferentes e inferiores”, concluye Farrujia. 

Es evidente que la etimología del término refleja la perspectiva europea que ubica a los indígenas en relación con la llegada de los colonizadores, como si su historia y existencia comenzaran en ese momento. Y es que, como ya muchos autores internacionales han señalado, no existieron “aborígenes” antes de las conquistas europeas. 

 Conclusión 

Si en Canarias este término no tuvo ningún arraigo en particular y ya se usaba ‘indígena’ y ‘guanche’ a nivel popular ¿por qué se promovió este término especialmente en la segunda mitad del siglo XX? 

A modo de conjetura, consideramos que la especial predilección de “aborigen” pudo formar parte de una reacción político-cultural del ámbito académico frente al indigenismo guanchista característico del nacionalismo canario de segunda ola. El objetivo pudo ser consolidar la idea de la ruptura entre población originaria amazigh del archipiélago y la actual frente al discurso de continuidad guanche instrumentalizado por el nacionalismo isleño. Esto coincidió además con un repunte del insularismo político en consonancia con la insularización de las investigaciones arqueológicas que pasaron a ser competencias cabildicias. Esta hipótesis merece ser estudiadada. 

No insinuamos, en ningún caso, que aquellos investigadores o personas que usan preferentemente “aborigen” sean partidarios de narrativas terminales o colonialistas. Del mismo modo, no pretendemos sentar cátedra sobre cuáles son las denominaciones correctas e incorrectas. Nuestra única intención es dar a conocer el cuestionamiento del término “aborigen” sin ocultar nuestra toma de posición por el respeto a nuestros ancestros y su herencia.

Exposición "Caras ancestrales" de Francesca Philips con fotos de canarios actuales con ascendencia amazigh.

PARA SABER MÁS:


30 ene 2024

"Con la cocina me convertí en un indígena del siglo XXI"

Foto: Aborigen8

IẒUṚAN. Marcos Tavío es un cocinero profesional de gran recorrido internacional que al volver a su país decidió intentar regenerar la cocina canaria precolonial. En su Restaurante Aborigen8 en la isla de El Hierro (Ezero), Tavío experimenta y recrea una cocina original basada en los ingredientes precoloniales dándole un especial protagonismo a nuestro gofio ancestral. En esta entrevista, Tavío explica con lucidez su apuesta gastronómica amazigh del siglo XXI basada en los conocimientos que hemos heredado por la tradición y los conocimientos que nos va brindando la arqueología. 

             

 

21 ene 2024

La nueva generación de La Mudada

Ismael García Jiménez con su ganado en Agaete (Gran Canaria).

IẒUṚAN. La Mudada, conocida en el castellano general como trashumancia, es el traslado estacional de los pastores para obtener mejores pastos con el objetivo de producir quesos de mayor calidad. En Canarias, esta actividad se practica desde los tiempos anteriores a la conquista europea.

Sin embargo, la Mudada se encuentra en grave peligro de extinción siendo Gran Canaria la única isla donde se sigue practicando. El principal problema en la actualidad es el relevo generacional pues en el sector ganadero cada vez encontramos menos jóvenes interesados en seguir esta profesión y mucho menos dispuestos a seguir practicando las mudadas. Además, los pocos que pueden tener vocación y voluntad deben enfrentar numerosos problemas ya que las carreteras, la creciente superpoblación y su consecuente expansión urbanística limita y aísla las zonas de pastoreo. 

Uno de estos pastores de la nueva generación es Ismael García Jiménez, nieto de pastores y gran saltador, que tomó la valiente decisión de abandonar su trabajo anterior para  dedicarse por completo al pastoreo. Así es como decidió retomar la tradición de la mudada el año pasado con el apoyo de otros saltadores y amantes de nuestra tradición. Jóvenes intrépidos como él son la esperanza para que esta práctica milenaria no muera definitivamente. 

            FOTOS DE LA MUDADA DE ISMAEL GARCÍA (AÑO 2023)

Les mostramos aquí una selección de fotos realizadas por Magaralva.z y publicadas en Infonortedigital.com de la Mudada de Ismael García.

La Mudada (mayo del 2023) Longuera Valle de Agaete - Montaña de Los Brezos (Artenara)

Salida de la mudada farrafiando el día desde la Longuera del Valle de Agaete. 
Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)

Ganado al pie de los Roques Bermejos (Valle de Agaete).
Foto:Magaralva.z (Infonortedigital.com
)

Ganado por el Pinar de Tamadaba con la caldera de Tejeda y el Roque Nugro al fondo.
 Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)


Llegada a la Montaña de Los Brezos (Artenara).
Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)


Ruymán Mena e Ismael García, los dos pastores más jóvenes que siguen la tradición milenaria de la Mudada en Tamadaba.
Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)

Ismael se siente arropado por la familia y numerosos compañeros y compañeras,muchos de ellos practicantes del salto del pastor y descendientes de familias de pastores de la isla.
Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)

Ellas y ellos son el futuro de nuestra cultura amazigh canaria. 
Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)

Bajando por las laderas del Pinar de Tamadaba. Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)

Bajando hacia los llanos de Berbique. Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)

Ismael recuperando cabras entaliscadas en el time o risco.
Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)

Llegando a las Longueras del Valle de Agaete. Foto: Magaralva.z (Infonortedigital.com)

CONFERENCIA SOBRE LA CULTURA DE LA MUDADA EN GRAN CANARIA


             

2 ene 2024

Morongo, un hijo de la tierra

Antonio Quevedo Navarro "Morongo". Foto: Bea Mata

Rumén Sosa. "Cuando escribas sobre mí no me pongas como un pastorcillo bucólico, ponme como un pastor peleón, como un luchador". Así me pidió que escribiera sobre él Antonio J. Quevedo Navarro “Morongo” (1960-2014) pero no hizo falta pues así fue.

Aunque nos dejó físicamente hace justo una década, su recuerdo está muy vivo en su entorno más cercano. Son inolvidables esas largas conversas, su entusiasmo y vehemencia en defensa de lo nuestro. Admito que sólo ahora, con cierta distancia temporal, me sentí preparado para escribir estas líneas basadas en una experiencia personal que siento compartida con buenos amigos y amigas. 

Un compromiso en la praxis

Su crítica a lo que denominaba con sorna “teóricos retóricos”, es decir, aquellas personas que su discurso político no iba en consonancia con su práctica, contrastaba con sus principios que también fueron su modo de vida. Natural de Teror (Gran Canaria), Morongo transitó múltiples veredas vitales, unas más afortunadas que otras. Su amor por la tierra le llevó a estudiar ingeniería agrícola y acabar retomando la profesión de su abuelo; la ganadería. Trabajó en repoblaciones forestales, fue marchante, agricultor, docente y pastor. Su pasión por el mundo agrícola y ganadero también incluía su interés por la cultura tradicional y su herencia amazigh lo que explica su colaboración activa con trabajos de campo relacionados con la arqueología y etnografía. 


Su sensibilidad por su país le llevó a implicarse desde muy joven políticamente militando en partidos como el Congreso Nacional de Canarias (CNC) o más recientemente en Alternativa Nacionalista Canaria (ANC). También mostró su interés por la política internacional, especialmente por los movimientos indigenistas participando en un encuentro internacional en Chiapas (México) donde conoció personalmente al Subcomandante Marcos de la Guerrilla Zapatista con el que habló sobre Canarias y su pueblo.

Al mismo tiempo, participó en el movimiento ecologista y en la defensa del sector primario como lo fue en la lucha contra el proyecto del Parque Nacional del Nublo que pretendía expulsar a la población de la cumbre, así como en la defensa de la montaña de Tindaya, contra construcción de las Macrocárcel en Gran Canaria o las prospecciones petrolíferas. 


"Antonio Morongo asumía con orgullo su condición de maúro, mago, guanche y amazigh."
En el ámbito de la cultura fue miembro de la Asociación Solidaridad Canaria y fundador de la Asociación Cultural Tayda de Teror. Antonio se consideraba canario y no español, era un patriota convencido. Asumía con orgullo su condición de maúro, mago, guanche y amazigh. En el año 2008 fue homenajeado por su defensa de la canariedad en el Beñesmer de Gáldar donde dió un breve discurso

Extraemos un fragmento del mismo que consideramos representativo de su pensamiento: “Dirán que somos unos románticos, unos folklóricos, unos idealistas, que estamos pensando en unos proyectos inalcanzables; (…) pero desde la cultura, desde nuestra identidad como pueblo amazigh y africano se va ganando, día a día, al colonialismo español, al colonialismo europeo, al neoliberalismo, se les va ganando la batalla”. 

 Conversas en El Chorrito 

El verseador Yeray Rodríguez conversando con Antonio Morongo en la Ruta Bentejuí del 2009. Foto: Rumén Sosa.

"Criticaba a las instituciones y clase política por su desprecio al sector primario" 
Antonio Morongo fue una persona cercana, amante de la buena conversa sobre los campos que le apasionaban. Fue un ‘sabio de la tierra’ no sólo por su formación profesional sino, como le gustaba recalcar, por lo que le transmitió su abuelo y toda esa gente mayor del campo con la que se había criado. 

Era habitual su participación en actos culturales de Gran Canaria como la Ruta Bentejuí o el Beñesmer dónde sus intervenciones públicas en defensa del sector primario y en particular el pastoreo tradicional fueron habituales. Morongo criticaba con vehemencia a las instituciones y clase política por su desprecio al sector primario.  Además siempre alertó de la pérdida de terrenos fértiles de alto valor agrícola por la construcción de grandes infraestructuras. También le preocupaba la aculturación de nuestro pueblo insistiendo en los peligros del modelo económico del turismo de masas que padecemos. Todo ello lo consideraba consecuencia de la vigencia del colonialismo en el país considerando como única solución un proceso de descolonización que dotara a Canarias de un estado propio soberano e independiente. 

 En estos eventos lo conocimos un grupo de pibitos interesados por nuestra cultura ancestral, su cercanía y ganas de compartir conocimientos se hizo patente en la amistad de unos pibes que lo visitaríamos habitualmente para aprender, debatir y reflexionar en torno a su quehacer diario de la elaboración de quesos. Tardes enteras hablando de cultura, historia, tradiciones, dialecto, ganadería, agricultura, naturaleza o política mientras degustábamos unos enyesques. Con gran generosidad, convirtió su casa del Chorrito (Teror), en un punto de encuentro de gente diversa interesada por la cultura canaria de raíz.
"Morongo fue un ‘sabio de la tierra’ no sólo por su formación sino por lo que le transmitió su abuelo y la gente mayor del campo."

Morongo en su labor docente en un huerto escolar. Foto: Conchi Rodríguez.

 En esas conversaciones Morongo evocaba su primera participación en trabajos etnográficos cuando fue alumno del entrañable Talio Noda en Teror y este le encargó un trabajo sobre los antiguos bailes de taifas. Siempre dispuesto a transmitir conocimientos, se ofreció siempre a saciar nuestro interés llevándonos a presenciar la ancestral tradición del Rancho de Ánimas de Arbejales así como resolviendo nuestras dudas sobre aspectos etnográficos para trabajos universitarios, buscando informantes para encuestas...etc. 

Recuerdo especialmente la paciencia que tenía ante mis habituales preguntas sobre el léxico canario, especialmente el del sustrato amazigh y ganadero: jaira, gánigo, beletén, tabefe, tafor... Del mismo modo, nos motivó a indagar por nosotros mismos en la cultura tradicional, la agricultura y la ganadería. Es por ello por lo que también se convirtió en un referente para varios amigos interesados en el sector primario  y en volver al campo. Y es que para Antonio una de sus grandes preocupaciones era el abandono del campo por parte de los jóvenes y las consecuencias de una dependencia alimentaria cada vez mayor. 

Con respecto a su conciencia identitaria más profunda, nos la explicó en algunas ocasiones reconociendo que cuando eran pibes no sabían “casi nada de los guanches” puesto que la realidad canaria estaba excluida del sistema educativo franquista. Con todo, su curiosidad y sensibilidad con la cultura popular le hizo asumir con entusiasmo su canariedad. No fue hasta la irrupción del movimiento independentista de carácter indigenista y africanista a finales de los setenta, que comenzó a leer y aprender sobre sus orígenes. Consideraba que conocer la existencia del mundo amazigh en África fue como el rencuentro con una madre de  una canariedad aplastada por siglos de colonialismo. Es por ello que a través de Solidaridad Canaria llegó a participar en eventos internacionales del Movimiento Amazigh junto al recién fallecido Jaime Saenz.
"La existencia del mundo amazigh en África fue como el rencuentro con una madre de una canariedad aplastada por siglos de colonialismo."
Como era habitual, Antonio Morongo participaba en la Romería de su pueblo Teror.
Foto: Manu C. Arencibia

10 años sin Morongo 

Para el que escribe estas letras, Antonio Morongo no sólo fue un amigo, sino uno de tantos canarios y canarias anónimos y sencillos que, aún siendo minoría, más allá de las palabras viven su cultura día a día dándole vida. En esas largas tardes nos hablaba de esos maúros y maúras, de esa gente humilde del campo que luchaba para sobrevivir con dignidad y felicidad, pero también de sus defectos humanos y como gente no ilustrada, pero que también era educada e inteligente. Una mayoría social que mantuvo viva toda una cultura. 

"Concienciar al pueblo es como las repoblaciones, a veces plantas diez pinos de los que pegan solo tres, pero esos tres hacen bosque" solía decir. Tras una década, podemos decir que lo que plantó en terreno pedregoso regado con tanto optimismo brotó, cumpliendo sin querer el rol del amusnaw o ‘sabio trasmisor de la cultura’ en la tradición amazigh. Nunca entendimos el significado real del nombrete ‘Morongo’, aunque, según sus propias palabras, significaba ‘hijo de la tierra’ y para nosotros y nosotras sin duda lo fue. 

 Tanemmirt Morongo, tu gente no te olvida. 
ⵜⴰⵏⵎⵎⵉⵔⵜ ⵎⵓⵔⵓⵏⴳⵓ

25 dic 2023

El invierno guanche

Pico del Teide nevado Solsticio de Invierno de 2023. Foto: Isidro Felipe Acosta.

IẒUṚAN/Rumén Sosa. Las fuentes documentales son claras e insistentes en que la población amazigh isleña no sólo poseía amplios conocimientos sobre astronomía, sino que estos fueron fundamentales en sus creencias religiosas. Los estudios arque-astronómicos y etnográficos no hacen sino corroborar este hecho. En opinión de José Barrios, el valioso conocimiento de los ciclos astrales “debió constituir uno de los aspectos más profundos del sistema de creencias de los sacerdotes canarios y guanches”. 

En efecto, sabemos que algunas efemérides eran especialmente observadas y celebradas como el Solsticio de Verano o la temporada para la siembra y la siega. Esto nos permite inferir que, a pesar de que las fuentes escritas europeas no profundizan en este conocimiento, nuestros ancestros tras siglos de observación debieron controlar de manera detallada los cambios de estaciones.

Este hecho no debe resultar sorprendente si analizamos el contexto histórico de estas poblaciones que debieron adaptarse y sobrevivir en unas islas aisladas e incomunicadas durante más de un milenio. Sin comercio con el exterior ni materias primas complejas, la dependencia de los elementos atmosféricos era total lo que hacía imprescindible un conocimiento profundo de los ciclos y estaciones del año. Para garantizar la supervivencia era necesaria una organización social que gestionara adecuadamente la producción ganadera, agrícola y la explotación de de recursos disponibles. 

Antiguos sacerdotes canarios (fayzages). Foto: Juan Manuel Caballero.

"El conocimiento de los ciclos astrales fue uno de los aspectos más profundos del sistema de creencias de los sacerdotes canarios y guanches."


 Las puertas del año y el invierno en el continente 

El invierno (tagrest) comienza con el Solsticio de Invierno (21 al 23 de diciembre) y finaliza con el Equinoccio de Primavera (21 de marzo). En el Solsticio, el Sol (tafukt) sale por su posición más al sur en el este recorriendo su arco más bajo y corto en el cielo, poniéndose al atardecer en su posición más al sur en el oeste. Estas tres noches son las más largas del año, acortándose estas y alargándose los días progresivamente hasta el Solsticio de Verano en el mes de junio. 

Este fenómeno astral fue observado desde tiempos prehistóricos por múltiples pueblos, siendo sincretizado por la religión cristiana con la actual Navidad. Los antiguos amazighes también observaron este cambio de ciclo como pone de manifiesto la propia etnografía continental. La noción de las Puertas del Año (Tibbura n useggwas) para denominar a los solsticios y equinoccios del año está bien documentada entre los amazighes cabilios (Servier,1985). En el Norte de África el mes de Yennayer (enero) es un momento difícil ya que las las provisiones se agotan y la naturaleza apenas produce alimento. 

Con el objetivo de evitar las hambrunas, los amazighes afrontaron la situación también a través de rituales transmitidos de generación en generación. Así lo documentaron etnógrafos en la primera mitad del siglo pasado. En general, se trataría de comidas copiosas de buen augurio y felices deseos para el año entrante. También, muchos ritos buscan renovar alianzas sacrificando aves de corral engordadas y comiendo queques o bizcochones preparados para la ocasión. Incluso es el momento elegido para que el padre corte el pelo al hijo recién nacido. 

 El invierno en la Canarias amazigh 

Escorrentía en un barranco majorero tras unas fuertes lluvias invernales. Foto: J.F. Olivares.

"El invierno traía la vida, pero también podía suponer la muerte" 

El Invierno propicia las ansiadas lluvias y temporales que regarían los campos de cebada (temosen) o trigo (yrichen), llenaría las fuentes (alen) y depósitos de agua (guácimo). Estas aguas (ahamen) benefactoras reverdecerían los campos con sus pastos tan necesarios para los animales. El invierno traía la vida, pero también podía suponer la muerte. 

Para los antiguos canarios, el Solsticio de Invierno debió ser una fecha especial concebida como una puerta que abría a una nueva estación plagada de incertidumbres. Era un periodo delicado pues la llegada del frío intenso vendría asociado a enfermedades que afectaría tantos a las personas más vulnerables como a los animales. Además, podía darse el caso de destrozos así como la escasez de alimentos más habituales en verano como los frutales y granos. En el peor de los casos, un invierno seco con escasas lluvias podía provocar graves hambrunas. 

En pleno proceso de crecimiento y desarrollo de los cultivos se reducían drasticamente las fuentes de alimento. La población debía sustentarse con las reservas de grano que podían transformar en tafeña o en gofio, así como con los productos derivados del ganado gracias a la abundancia de pastos como la leche (aho), manteca (oche, amolan) o, de manera puntual, de carne de cabra y oveja (teguevite). Gran parte de la población se mudaría desde las zonas más altas a las costas con sus ganados para aprovechar los pastos nuevos y huir del intenso frío y humedad de las zonas más montañosas. Esta mudada permitiría también complementar la dieta con productos marinos (marisco, lapas, pescado fresco y salado). En años ruines con escasez de gofio de grano habría que recurrir a otras especies silvestres como el helecho para consumir sus raíces o el amagante, entre otros. Todo ello, requiere de un trabajo cotidiano organizado que permita la gestión y distribución adecuada del alimento. 

Cabra (axa). IẒUṚAN.

Pero ¿la antigua población amazigh del país celebró o afrontó con ritos el Solsticio de Invierno? No tenemos constancia documental de ello y sin embargo creemos que sí existieron. La pervivencia en el Continente de varios ritos ligados al Yennayer -festividad tradicional norteafricana que tiene su génesis en el Solsticio de Invierno- no hacen sino apuntar a la posibilidad de que estos eventos tuvieron lugar. El hecho de no haber sido documentados se pudo deber a que estos ritos y celebraciones pasaron inadvertidas al desarrollarse en el ámbito doméstico y privado a diferencia de los eventos multitudinarios en tiempos de abundancia como el del Solsticio de Verano y el Beñesmer.

"La celebración del Solsticio de Invierno pudo pasar inadvertida al celebrarse en el ámbito doméstico y privado"

Cocinando lapas en un gánigo sobre los teniques en Titerogaka. Foto: Ramón Guadarfía.

El invierno en lengua amazigh 

Si bien no conocemos referencias explícitas a la denominación guanche a la estación invernal, sí se encuentra bien documentado el término en los dialectos amazighes modernos: Tagerst, tagrest o tajrest (plu. tigersin o tyəgrəsən). La raíz G-R-S remite al verbo gres ‘Helar, estar helado, congelado’ o ‘estar muy frío (el tiempo)’ del que se derivan vocablos como agris o ajris ‘hielo, helado’, ‘frío glacial’, amesgeres ‘viento del este fresco y seco que golpea el Azawagh en invierno’ o amssegers ‘invernante, que permanece en el pueblo durante la trashumancia de invierno; guardián de los silos durante el invierno’. 

'Invierno' en las variedades dialectales del amazigh actual. IẒUṚAN.

Sin embargo, una niña guanche puede ser la clave para documentar este término en el amazigh hablado en Canarias. Attagares fue una inocente criatura que, con tan sólo cinco añitos, fue secuestrada, esclavizada y vendida en Valencia en 1494 [ARV, BG, 194, fol. 144 > Cortés 1955: 512-513]. Su nombre propio nos puede estar revelando siglos después la vigencia de este término en Canarias. En efecto, la raíz G-R-S parece clara en el antropónimo, así lo señaló ya el especialista Reyes García que lo traduce como hata-tagarest ‘he aquí la helada’. 


En memoria de Attagares, víctima de la infame esclavitud, va este humilde artículo.


PARA SABER MÁS:

Barrios García, J. (1986). Sistemas de numeración y calendarios de las poblaciones bereberes de Gran Canaria y Tenerife en los siglos XVI-XV.

Naït-Zerrad, K. (1998). Dictionnaire des Racines Berbères. (Formes Attestées)

Reyes García, I. (2011). Diccionario Ínsuloamaziq. 

Servier, J. (1985). Tradition et Civilisation Berbères. Les portes de l'année. 


23 nov 2023

La Gomera ¿de dónde viene?


Rumén Sosa. La Gomera es la tercera isla más pequeña de Canarias y destaca por su territorio abarrancado y bellezas naturales. Es por ello que en el corazón de la isla se encuentra el Parque Nacional de Garajonay que en 1986 fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reconocimiento que finalmente se extendió a la isla en su totalidad que fue declarada Reserva de La Biosfera en 2012. Los gomeros son considerados una de las poblaciones insulares con mayor ascendencia biológica amazigh, atesorando una herencia cultural significativa (toponimia, léxico, lenguaje silbado, salto del pastor, gastronomía, folclore…). 

 De Gomera a La Gomera. 

 El nombre de la isla es considerado indígena tanto por su morfología como por la antigüedad del mismo. Por otro lado, ya los propios cronistas más destacados adjudicaron a los propios africanos de la isla esta denominación. Con todo, no han faltado teorías para intentar explicar el nesónimo desde una perspectiva hispanohablante como la imaginaria ascendencia bíblica de “Gomer” según Viana, o la supuesta gran producción de “goma” de los almácigos de la isla según Frutuoso. El nombre de la isla se constata desde una gran antigüedad sin conocerse otra denominación (más allá de las posibles romanas). Este aparece desde el siglo XIV en los mapas de navegación. 

Muchos días procuré saber delos más antiguos naturales desta isla el nombre que tenía antes que a ella viniera el capitán Juan de Betancor, por saber quién le hubiese impuesto este nombre de Gomera; y nunca lo pude alcanzar, ni entender jamás haber tenido otro nombre, si no es Gomera, desde que a ella vinieron los africanos, que debió de ser quien se lo dió”

                                                                                                                          (Abreu Galindo: 1977 [1590]:73)

 

¿Qué significa Gomera? 

Parque Nacional de Garajonay, corazón de la isla Gomera con el Teide en el horizonte.

Las teorías etimologías existentes sobre la denominación continental son eminentemente dos; la que hace referencia al adjetivo plural [gʷmeren] relacionado con su modo de vida cazador, recolector y pescador y, por último, la metátesis del sustantivo amazigh amghar ‘jefe, líder’ que por extensión habría dado ghmāra (Vignez-Zunz, 1995; Camps y Vignez-Zunz, 1998). Esta última llama la atención para el caso insular si nos atenemos al dato que recogió Gaspar Frutuoso a fines del siglo XVI. El cronista portugués señala que el nombre de la isla provenía de un antiguo rey llamado ‘Gomeiro’ o ‘Gomauro’: 

[…] estes se chamam Gomeiros, como a ilha Gomeira, de um rei chamado Gomeiro ou Gomauro” 

                                                                                                                          [Frutuoso (1590, IX) 1966: 74].


La existencia del topónimo castellano de Valle Gran Rey ¿puede hacer referencia a la existencia de un antiguo jefe o líder de la isla? La vinculación de la población gomera insular con la continental podría ser la razón del topónimo (Glas, Vycichl, Marcy, Tejera Gaspar), este rey mítico podría haberlo sido del conjunto de antiguos gomeros continentales antes de su llegada a la isla (Reyes García). Con todo, no es menos cierto que aún no contamos con pruebas sólidas de la vinculación de gomeros continentales e insulares. 

Los gomeros continentales 

El Rif (Norte de Marruecos) se divide en un territorio occidental árabe-parlante y una oriental amazigh-hablante. En la zona central se encuentra la región de Ghomara que conserva una variedad amazigh específica.

Ya en el siglo XVIII, el comerciante George Glas señaló el paralelismo entre la tribu africana de Gumeri (sin especificar más) y la isla de La Gomera. Otros autores siguieron señalando este llamativo paralelismo y en la actualidad es la teoría más aceptada por los investigadores (Tejera Gaspar et alii 2006: 99-101). Pero ¿de qué tribu africana se trata? 

Los Ghomara son una confederación tribal que se encuentra en una pequeña región costera del Rif, en el norte del actual Marruecos. Con esta población también se ha vinculado el Peñón de Vélez de La Gomera, minúsculo roque ubicado en la costa rifeña en el que se encuentra una base militar que aún pertenece al Reino de España. Aunque sabemos que su origen es amazigh, esta confederación tribal es hoy mayoritariamente arabo-parlante. Sólo una minoría sigue hablando el dialecto ghomara, calculándose en unas 10.000 personas. 

Peñón Vélez de La Gomera en la costa de la región de Gomera continental, Rif (norte de Marruecos). En la actualidad sigue bajo dominio español. Foto: Soufiane Ekadaoui.

El territorio que actualmente ocupan los Ghomara (país Ghomara o región Ghomara) se extiende desde la costa mediterránea hacia las montañas al noroeste de la ciudad de Chaouen, en la parte central y occidental del Rif. No obstante, las fronteras del etnónimo no están claramente delimitadas. La región es montañosa y presenta una gran pluviosidad que produce una gran extensión de pastos y bosques así como árboles frutales entre los que destaca las higueras. Dispersos en pequeños pueblos, viven de una economía mixta que combina actividades agrícolas (incluido el cultivo de cáñamo) y ganadería con la pesca artesanal.

Aunque conocer sus orígenes es difícil, lo que parece seguro es que los ghomaras fueron parte de los imazighen masmudas, procedentes de territorios más al sur. En la Edad Media, se trató de una confederación tribal que alcanzó gran relevancia y el territorio Ghomara fue mucho mayor que en la actualidad. En las últimas décadas, con las mejoras de las comunicaciones está habiendo una mayor movilidad y emigración de estas poblaciones que mantenían cierto aislamiento. 

La región de Jebala, donde se encuentra el país Ghomara, es montañosa y presenta una gran pluviosidad con grandes pastos y bosques. Presa en Tawnat (región de Jebala). Foto: Hanine Fatouma.

Conclusiones 

La Gomera es de las pocas islas que conservó su denominación amazigh, tanto para el territorio como para sus habitantes. Del mismo modo que pudo pasar con los canarios y ahoares, es una posibilidad factible que los gomeros insulares formaran parte en su origen de un grupo tribal amazigh continental. Aunque los gomeros continentales se extendieron por el actual noroeste de Marruecos (la Jebala actual, en el Rif), según su tradición procederían de una región más al sur que pudo haber sido la cuna de los gomeros isleños. Otra posibilidad es que el nombre se ideara ya en la propia isla cuando la población amazigh llegó a ella, ya fuera un personaje renombrado como un antiguo jefe o ‘rey’, como por alguna característica de la población o la isla. 

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